Espacio Vins

De ti, de tu cuerpo, de tu ser... tu invitación al contacto físico, me transformó en un ser irracional, solo pienso en ti, ¿qué me pasa?. Es una sensación nueva y desconocida. Es bien sabido que te amo, pero esto que siento, de lo que tengo ganas es único. Quiero, quiero unirme a ti en un beso eterno, un beso que nos conecte el cuerpo, la mente, el corazón y el alma. Donde importe poco el sexo e importe nada el tiempo o las diferencias. ¡Ay, cómo te deseo!... Cumplamos juntos este deseo de los dos.

Claro que es posible vivir sin ti, después de un tiempo será la norma y podré vivir bien, pero esa no es la vida que quiero. Problemas, discusiones y dudas siempre aparecerán, pero mi corazón muy bien lo sabe, yo contigo quiero estar, a tu lado caminar, tu sonrisa y mirada contemplar. Cada día a tu lado quiero despertar, para acariciarte y poder besar esos labios tuyos, que hasta las estrellas me han de llevar. Vivir sin ti es una posibilidad que yo no pienso contemplar.

Gracias por estar siempre ahí, siempre cerca, siempre presente. Aunque a veces me despisto y me dejo nublar por mi propia sombra, tu presencia me alienta y me hace sentir que cada nuevo día puede ser un mejor día.

Permíteme invitarte a almorzar, ya que quiero tener el privilegio de saciar mis apetitos. El almuerzo saciará mi cuerpo y tu presencia saciará mi alma y corazón. Este momento es tan único que quisiera que se repitiese una y mil veces. Para sentirme completo.

No todos los polos opuestos se atraen, ya que si están en dos mundos o dos dimensiones diferentes, esa carga opuesta no llegaría a juntarlos. Pero tú y yo estamos cerca, estamos conectados, estamos en ese mismo mundo, irreal y mágico al cual nos transportamos cuando nos acercamos poco a poco. Nuestras mentes andan en la misma onda y caminamos en la misma dimensión. Nuestra carga es la misma, somos positivos, pero nos atraemos tanto, que la gravedad de tus labios es irreversible.

Esta noche llueve, estoy fuera y después de mucho tiempo vuelvo a disfrutar de la lluvia sobre mí, estas en mi corazón, no me preocupa nada, me dejo consentir por las caricias que me dan las gotas de lluvia en el rostro. Pienso en ti, sonrío, disfruto del momento, te amo… a ti, que como la lluvia me cubre, me acaricia, me calma y me llena de paz.

Hoy veo la luna y veo tu rostro sonriente. Te quiero agradecer por haber generado ese vínculo con la luna, la cual me acompañará el resto de mi vida y me alegrará cada noche despejada de luna llena, creciente o menguante. Hoy la luna está llena cómo mi cuerpo de la felicidad que me produce el lindo recuerdo de esas noches a tu lado.