Cuando se me cruza la palabra antojo, y estoy pensando en ti, ocurre en mí, una explosión de ideas, que van desde las más dulces, hasta las más locas y descabelladas... Se me antojan tus besos y tus abrazos, aunque no pido más que una hermosa sonrisa todos los días, no necesito tocarte aunque se me antoje, solo quiero sentir que estas bien, feliz y amándome. Se me antoja también, escaparme contigo a un lugar desconocido, donde nos olvidemos de nuestras preocupaciones y no nos encuentren las obligaciones. Aunque de todos los antojos que tengo, hay uno que aparece en las noches, y es el de tenerte desnuda en mi cama al menos en una de ellas.