Oxígeno
Dame de tu oxígeno, ayúdame a respirar, ayúdame a sobrevivir a este mundo hostil, lleno de veneno y toxinas en el aire, lleno de demonios que ya no tienen forma de ser humanos. Dame de tu oxígeno, bésame siempre, déjame respirar de tu aliento, que me da fuerzas para seguir adelante, dame de tu oxigeno cada día, que no me falte, sin este moriría. Cuando estés preparada dame de tu oxígeno y enciéndeme, que nuestra llama se vea a cientos de kilómetros a la redonda, que sea un incendio monumental, con este fuego nos fundiremos en uno solo. Eres mi oxígeno, el más puro, el más bello, gracias por estar en mí, y hacerme vivir.