Espacio Vins

Si hoy fuera mi último día, lo viría a tu lado, por que quisiera pasarlo feliz, y a tu lado lo he sido.

Gracias por estar siempre ahí, siempre cerca, siempre presente. Aunque a veces me despisto y me dejo nublar por mi propia sombra, tu presencia me alienta y me hace sentir que cada nuevo día puede ser un mejor día.

Escuchar tu voz por un instante, es como una brisa que refresca en un día bochornoso y sofocante. Es como una caricia con pétalos de rosa, mientras cierro los ojos y suspiro por ti. Tu voz entrando por mis oídos, recorre mi cuerpo y me envuelve en un estado de bienestar y calma, que hace olvidar todo lo demás. Tus melodiosas palabras se transforman en harmonicas vibraciones que llegan hasta mi alma. Quiero tu voz, quiero que me acompañe cada día, noche y día. Te quiero cerca aún más cerca para disfrutar de tu voz, tu respiración, tu manos y tu piel. Llámame con tu voz en la oscuridad, que me dejaré guiar por esta hasta encontrarte en un abrazo.

Cada día del día a día, me doy cuenta que estoy con la persona correcta. Cada detalle o pequeñez que me das, me hace vibrar, me hace soñar. Cada particularidad de ti, aunque tu las creas manías, para mí representan sólo alegrías. No pienses más, no lo dudes, te quiero como eres con lo bueno o quizá malo que me ofreces.

Tu amor es tan puro y radiante, que se siente a través de tu piel, de tus ojos, de tu sonrisa. El simple hecho de mirar tu fotografía, me llena de alegría, me llena de paz, me hace sentir completo. Que sera de mi, de mi cuerpo y mi corazón, si compartiera el día a día a tu lado, yo me temo un riesgo de explosión. Cuando me imagino estando a tu lado, sintiéndote cerca, mi corazón y mente enloquecen, se aceleran, y aunque lo intentara no podría contener esta explosión de sentimientos y alegría que brotan desde mi interior. Estas advertida, habrá un gran riesgo de explosión cuando te vuelva a ver, un explosión que nos hará felices a ti y a mi, y también a todos alrededor.

No me acostumbro, ni me acostumbraré, a estar lejos de ti, a cada mañana al recordar que despierto sin ti a mi lado. Esta distancia es una condena, es muy difícil para mí soportarlo, aunque es aún más difícil para mí corazón saber que su otra mitad esta al otro lado del mundo. De lo que si estoy acostumbrado es a quererte, a suspirar por ti. Mi mejor costumbre serás tu, a lado, disfrutaré cada instante, cada detalle, cada día.

Esta pregunta me duele, porque trata de buscarle límites donde no los hay. Mi querer, mi afecto por ti es inmenso, tanto, que buscar las palabras para describirlo tomaría más tiempo que nuestra vida en la tierra. Por lo que te pido no me lo preguntes, dame el espacio y el tiempo para que lo sientas por ti misma. Entenderás cuanto te amo, el día que en tu cuerpo no quede un espacio donde no te haya besado, el día que tu corazón no pueda más de alegría.

Quizá llegue un día en el cual mi mente no piense brillantemente para componer versos graciosos que te hablen de mi amor. Este día no me preocupa, porque aún con palabras cortas y una mirada tierna te diré simplemente que lo eres todo y que te amo. Palabras cortas, sustanciosas, que guardan el sentido, de mis sentimientos por ti. Mujer eres tú y sólo tú, mi compañera de vida.

Amarte como te amo, y sentirte como te siento, sólo me haces pensar que este universo tiene más dimensiones que las conocidas. En esta distancia espacial, siento tu amor acariciando mi corazón, tu dulce voz susurrando a mi oído. Estamos conectados en una dimensión en la que nuestros corazones laten al unísono. Quizá en este momento no estemos cerca, pero ya llegará el día en donde nuestros cuerpos coincidan en espacio y tiempo para amarse, y conectarse infinitamente.

Al abrir mis ojos quiero ver, tu rostro cálido y tranquilo, quiero ver que descansas plácida y cómodamente, si me miras, quiero que veas que sonrío porque te tengo a mi lado, porque me haces feliz y porque te amo. Al saber que estas despierta, me acercare y te regalaré un besito de buenos días, una caricia en tu mejilla y te quiero en tu oído.

Si nos cazáramos un día, tendría que aceptar que no hay vuelta a tras, el divorcio no esta permitido, después de estar unidos, sólo la muerte nos separará. Un matrimonio no es algo a la ligera. Tomate el tiempo que consideres necesario para darme tu respuesta, pregúntame todo lo que quieras que te responderé con sinceridad, tomame de la mano, caminemos juntos, conozcamonos a fondo, aclaremos nuestras dudas. Estemos seguros de lo que cada uno quiere y lo que queremos juntos. Desnudemos nuestros errores y miedos, aprendamos, crescamos y preparemonos para cuando digamos sí, a nuestro hermoso matrimonio.

Una vez más escucho tu voz, que me hace suspirar, una vez más imagino tu rostro sonriente, una vez más deseo besar suavemente, una vez más me doy cuenta de que aunque lejos, nos queremos cerca, estamos conectados por algo más fuerte que ilusiones o esperanzas, una vez más siento nuestro compromiso en nuestra piel, en nuestras palabras y corazón. Una vez más, y como todos los días, te espero, te pienso y te amo.

En un día ocupado siempre hay tiempo para pensar en ti, recordar con alegría tu hermosa sonrisa. Hay tiempo para trabajar, comer y dormir. Y también hay tiempo para amar y soñar. En un día ocupado saco unos minutos para hacerte entender que el recordarte alimenta mi alma, como los alimentos mi cuerpo, que escuchar tu dulce voz me llenan de energía como una buena noche de sueño. Aunque sería mejor comer contigo y dormir a tu lado. Hasta tal vez un día trabajaremos juntos, y seria igualmente un día ocupado.

Esta vida esta tan llena de maravillas por conocer que una sola vida parece insuficiente para conocerlo todo, aunque haberte conocido me mostró que existen aún muchas más cosas por descubrir en este mundo basto que no me deja de sorprender. Ya que apareciste en mi camino y te quiero con tanta fuerza, te propongo que aprendamos juntos, descubramos este mundo infinito. En pareja se descubren aún más cosas que percibiéndolo solo. Dos cuerpos sienten más que uno. Aprendamos del mundo que nos rodea, pero aprendamos también de nuestros mundos internos, aprendamos el uno del otro. Aprendamos sobre los límites humanos, sobre las debilidades y capacidades de cada uno. Aprendamos juntos, devoremos este mundo tan lleno de conocimiento, aprendamos de la vida, de la naturaleza, del amor. Sobre todo de este último, misterioso y mágico tema. Aprendamos juntos, aprendamos el verdadero significado de amar, amémonos en desmedida, amémonos y aprendamos a hacerlo cada día mejor.

Cinco minutos parecen poco en un día con más de mil cuatrocientos. Quizá sea muy poco, pero también puede ser un agonía si haces algo que no quieres, como comer espinacas o brócoli. La vida puede cambiar en un segundo, con cinco minutos la vida florece, se llena de energía, se sonroja, sonríe, celebra, y contempla la belleza del verdadero amor. La clave para una vida feliz, es disfrutar de los pequeños detalles y dejar de preocuparse por los grandes eventos.  Cada día dedico a ti por lo menos cinco minutos, para pensarte, escribirte y desear abrazarte. Ya habrán días en los que tú serás de inicio a fin el centro de atención. Espero ver llegar pronto esos días donde nos dediquemos solo a nosotros dos. Cinco minutos aunque parecen poco, son más que suficientes para darte a entender lo mucho que te amo cada día.

Dame de tu oxígeno, ayúdame a respirar, ayúdame a sobrevivir a este mundo hostil, lleno de veneno y toxinas en el aire, lleno de demonios que ya no tienen forma de ser humanos. Dame de tu oxígeno, bésame siempre, déjame respirar de tu aliento, que me da fuerzas para seguir adelante, dame de tu oxigeno cada día, que no me falte, sin este moriría. Cuando estés preparada dame de tu oxígeno y enciéndeme, que nuestra llama se vea a cientos de kilómetros a la redonda, que sea un incendio monumental, con este fuego nos fundiremos en uno solo. Eres mi oxígeno, el más puro, el más bello, gracias por estar en mí, y hacerme vivir.

No soy inmortal, no soy un súper hombre, solo soy un hombre mortal que trata de ser mejor cada día, aunque el tiempo es implacable, y generara estragos en mi cuerpo y mente... Llegara el día que mi memoria falle, que no recuerde las fechas especiales, que quizá por trabajo o accidente no pueda celebrar a tu lado días importantes. Te pido me entiendas, y me perdones en avance por lo que pueda suceder con este cuerpo que ha de morir. Recuerda que mi alma estará intacta y mi amor por ti será igual o más fuerte que desde el día que te robaste mi corazón.

Luna, luna mía, no me asustes, no te escondas, quédate cerca, quédate conmigo. Ilumíname en las noches oscuras, inspírame en las noches despejadas, brilla y brilla más fuerte, opacando a las estrellas. Te quiero cerca, quiero sentirte, el viaje es largo, pero me estoy preparando,  cada día, contando los días para estar a tu lado. Eres hermosa, cálida y luminosa, se siempre tú, una luna espectacular, que todos han de envidiar, pero que me ha dado el regalo, el regalo de amar.

Eres mi lectora favorita, léeme, analízame, estúdiame, compréndeme, busca en mí, errores a corregir... La idea es que me conozcas tanto como me conozco yo, ayudándome a mejorar cada día. Quizá todos puedan leer esto, pero solo tu entiendes el porqué de cada palabra, eres tú la única que tiene acceso a mis más recónditos secretos. Recórreme, apréndeme, viaja por mis recuerdos, enamórate de mi pasado, de lo que me hizo lo que soy. Léeme hasta el punto que no te queden dudas que te quiero, que te pienso cada día, que me sueño estando a tu lado. Para ti mi lectora favorita, mi lectora esencial, mi lectora blanca y negra, te dedico este escrito. A ti mi lectora favorita te pido que seas también escritora y protagonista de mi vida, que escribas en mi piel con besos y caricias, momentos y recuerdos inolvidables.

Susurro al viento que ¡te amo! Le canto al cielo lo que siento, le escribo versos a quien no veo, pero siento y que está en otro lugar esperando poder abrazarme. Susurros que se esparcen contando nuestra historia de amor, contagiando a almas en pena la esperanza de que la felicidad plena existe. Invierto mis noches en ti, en mis pensamientos, en mis escritos que te alegran cada día, con pequeñas dosis de amor y cariño. Susurro al viento por el momento, esperando el día, de susurrarte un ¡te amo! al oído cada mañana que despierte a tu lado.