Espacio Vins

Tu nombre y tu rostro me hacen pensar en una flor. Una delicada, cálida y llena de vida. Sonrojada por el rocío de las mañanas. Bella en todo momento, mirando al cielo, llena de sueño y deseos. Con los pies en la tierra aunque con un aire de volar plácidamente. Eres hermosa como la más hermosa flor. Déjame cuidarte con el cariño y cuidado que toda hermosa flor merece.

No me acostumbro, ni me acostumbraré, a estar lejos de ti, a cada mañana al recordar que despierto sin ti a mi lado. Esta distancia es una condena, es muy difícil para mí soportarlo, aunque es aún más difícil para mí corazón saber que su otra mitad esta al otro lado del mundo. De lo que si estoy acostumbrado es a quererte, a suspirar por ti. Mi mejor costumbre serás tu, a lado, disfrutaré cada instante, cada detalle, cada día.

Gracias por brindarme el calor de tu amor, mi vida, contigo cerca, me siento en vacaciones, sin preocupaciones. Disfrutando de todo lo que la vida tiene por ofrecer. Con tiempo para hacer y deshacer. Con tiempo para admirar tu belleza al natural, para deleitarme con tus agradables historias contadas con tan dulce voz, para abrazarte en las mañanas, para quererte sin más y a más.

Disfruta del hoy como si no hubiera un mañana, pero se responsable de tus actos por si mañana despiertas vivo.

Susurro al viento que ¡te amo! Le canto al cielo lo que siento, le escribo versos a quien no veo, pero siento y que está en otro lugar esperando poder abrazarme. Susurros que se esparcen contando nuestra historia de amor, contagiando a almas en pena la esperanza de que la felicidad plena existe. Invierto mis noches en ti, en mis pensamientos, en mis escritos que te alegran cada día, con pequeñas dosis de amor y cariño. Susurro al viento por el momento, esperando el día, de susurrarte un ¡te amo! al oído cada mañana que despierte a tu lado.