Espacio Vins

Este amor no tiene edad, contigo he regresado a ser un niño, un niño que le late fuerte y rápido el corazón cada vez que tengo el teléfono en mi oído y tengo la esperanza de que tu al otro lado me respondas. Que sensación tan placentera sentir los nervios de solo pensar tocar tu mano o besar tu mejilla. Soy nuevamente un niño, un niño que te ama, pero como niño me he olvidado del mal, y quiero si tu me permites amarte en esta forma, con amor de un niño, con un amor puro y sincero.

Una vez más escucho tu voz, que me hace suspirar, una vez más imagino tu rostro sonriente, una vez más deseo besar suavemente, una vez más me doy cuenta de que aunque lejos, nos queremos cerca, estamos conectados por algo más fuerte que ilusiones o esperanzas, una vez más siento nuestro compromiso en nuestra piel, en nuestras palabras y corazón. Una vez más, y como todos los días, te espero, te pienso y te amo.

No importa el nombre de nuestra relación, al interior de esta, seamos amigos, novios, esposos, o amantes, poco nos importa lo importante es que sepas que yo te amo, ya que yo sé que tú lo haces. Si la gente te pregunta qué relación tienes conmigo di lo que quieras, eres libre de hacerlo. Solo te pido me recuerdes que título nos pusiste, ya que hay que mantener la coherencia. Tu eres sin duda la mujer por la que esperé y esperare si es que por algún motivo no estas preparada para acompañarme en la aventura de una vida juntos.

Años viviendo en penumbras, buscando una salida a este laberinto, a esta trampa sin salida. Y llegas tu con tu inocencia, con tu alegría, con tu luz. Me has guiado, animado, y esperanzado. Un camino largo y difícil hasta la salida, siempre estuviste ahí, al "pie del cañón". Con tu soporte encontré una salida. Ahora soy libre y decidido a continuar contigo, seguirte y amarte.

Susurro al viento que ¡te amo! Le canto al cielo lo que siento, le escribo versos a quien no veo, pero siento y que está en otro lugar esperando poder abrazarme. Susurros que se esparcen contando nuestra historia de amor, contagiando a almas en pena la esperanza de que la felicidad plena existe. Invierto mis noches en ti, en mis pensamientos, en mis escritos que te alegran cada día, con pequeñas dosis de amor y cariño. Susurro al viento por el momento, esperando el día, de susurrarte un ¡te amo! al oído cada mañana que despierte a tu lado.