Espacio Vins

Gracias por brindarme el calor de tu amor, mi vida, contigo cerca, me siento en vacaciones, sin preocupaciones. Disfrutando de todo lo que la vida tiene por ofrecer. Con tiempo para hacer y deshacer. Con tiempo para admirar tu belleza al natural, para deleitarme con tus agradables historias contadas con tan dulce voz, para abrazarte en las mañanas, para quererte sin más y a más.

Como hombre estoy para ti, a tu lado, para hacerte feliz, respetarte, hacerte sentir mujer, hacerte sentir bien con tu naturaleza, desinivirte de tus miedos, ayudarte a crecer, a ser la mejor para así esforzarme por ser el mejor.

Deja las máscaras a un lado, no tienes que esconder la desnudez de tu alma, de tus sentimientos... Déjame verte original, sin maquillaje, al natural. Muéstrame tus defectos, conocerte profundamente es lo que quiero, no pretendo dañarte solo adorarte, deseo conocer tus gustos y disgustos para saber así, como complacerte, hacerte feliz y hacer tus sueños más profundos, tu realidad.

Esta vida esta tan llena de maravillas por conocer que una sola vida parece insuficiente para conocerlo todo, aunque haberte conocido me mostró que existen aún muchas más cosas por descubrir en este mundo basto que no me deja de sorprender. Ya que apareciste en mi camino y te quiero con tanta fuerza, te propongo que aprendamos juntos, descubramos este mundo infinito. En pareja se descubren aún más cosas que percibiéndolo solo. Dos cuerpos sienten más que uno. Aprendamos del mundo que nos rodea, pero aprendamos también de nuestros mundos internos, aprendamos el uno del otro. Aprendamos sobre los límites humanos, sobre las debilidades y capacidades de cada uno. Aprendamos juntos, devoremos este mundo tan lleno de conocimiento, aprendamos de la vida, de la naturaleza, del amor. Sobre todo de este último, misterioso y mágico tema. Aprendamos juntos, aprendamos el verdadero significado de amar, amémonos en desmedida, amémonos y aprendamos a hacerlo cada día mejor.

Aunque envidiar es malo, Te confieso... tengo envidia, envidia de tantas cosas: Envidio tu almohada, que acaricia tu mejilla, y conoce de tus sueños. Envidio tu cobija, que te abraza completamente y te protege del frío. Envidio tu espejo que te ve cada mañana, despeinada,  sin maquillaje y natural. Y lo envidio más si le haces muecas. Qué bueno seria ser el aire que respiras, para darte vida. Qué bueno seria ser tu amante, para amarte locamente.