Loco preso
Encerrado me encuentro, esperando mi castigo a muerte, por amarte locamente. Nadie me dijo que amarte era pecado, pero es que es tan fácil caer en tus redes y dejarse seducir por tu inteligencia y belleza. El poco tiempo que te tuve cerca te amé y te disfruté. Hoy solo me queda morir sabiendo que pase contigo los mejores momentos de mi vida.