Espacio Vins

Nuestro amor como las cuatro estaciones ha pasado por la primavera dónde todo es nuevo y florece, el aroma es fresco y divertido. Por el verano dónde hizo calor y la llama en nuestros cuerpos nos fundió en una sola brasa. Disfrutamos del sol, la brisa y el mar. Luego llegó el otoño en dónde algunas cosas se secaron, otras cambiaron de tono, otras tantas se las llevo el viento y su olvido. Al final pasó un frío invierno que en su tormenta nos separó y debimos estar solos, en ocasiones quisimos estar solos. No era el momento para luchar con la tempestad que se había alzado. Cuatro estaciones han pasado cada una con sus bondades y desafíos. Un nuevo ciclo de estaciones comienza y en este nuevo ciclo, quiero sorprenderme nuevamente compartiendo contigo la naturaleza, su florecer y frescura. Quiero nuevamente fundirme con tu cuerpo en un ardor. Quiero desprenderme de hojas y actitudes que ya cumplieron su vida. Quiero estar cerca de tí para que a pesar del más feroz invierno pueda abrazarte

Te amo sin cesar, me he dado cuenta que entre más me amo más te amo. Mi amor por ti no proviene desde la carencia, proviene desde la abundancia. Todo te quiero dar! Ahora que se que nada me falta. Te extraño si! Y mucho. También sé que no te necesito, y entre menos te necesito más te quiero. Te quiero cerca, para que sin cesar te pueda besar, abrazar y amar.

Amiga, eres como el aire, siempre estás para hacerme nuevamente respirar despues de sentirme ahogado. Eres como la tierra, firme, serena, a pesar del peso estás ahí soportándome. Eres como el mar, limpias mis heridas y las haces sanar más rapido. Eres como el fuego, me alientas y alimentas mi llama interna para seguir adelante. Cuatro elementos, un ser completo, un ser perfecto en un cuerpo humano, que nos permite sentir, nos permite amar. Gracias por estar ahí siempre, incondicional. Gracias por todo el amor, los concejos, las sonrisas y los abrazos. Te admiro y te amo.

De ti, de tu cuerpo, de tu ser... tu invitación al contacto físico, me transformó en un ser irracional, solo pienso en ti, ¿qué me pasa?. Es una sensación nueva y desconocida. Es bien sabido que te amo, pero esto que siento, de lo que tengo ganas es único. Quiero, quiero unirme a ti en un beso eterno, un beso que nos conecte el cuerpo, la mente, el corazón y el alma. Donde importe poco el sexo e importe nada el tiempo o las diferencias. ¡Ay, cómo te deseo!... Cumplamos juntos este deseo de los dos.

Gracias por estar siempre ahí, siempre cerca, siempre presente. Aunque a veces me despisto y me dejo nublar por mi propia sombra, tu presencia me alienta y me hace sentir que cada nuevo día puede ser un mejor día.

Yo en frente de este amor me siento minúsculo. Es tan grande y poderoso que me toca mirar al cielo para tratar de imaginar su grandeza. Es tan poderoso que de un suspiro me hace volar y soñar despierto. Su poder es tan mágico que me inunda, me llena, me revuelca, me da tres vueltas pero me deja vivo, y con ganas de más. Soy minúsculo y ahora un adicto a este gran amor, nuestro amor.

Estoy bastante confundido, no sé si declararme Luna o marea. La atracción entre tú y yo es tan fuerte que se siente en el corazón palpitante, en las venas excitadas, en la sangre alborotada. Así de alborotada como la marea en Luna llena. Aunque al juzgar por tus ojos no soy solo yo el atraído. Somos cómo planetas gemelos que se atraen por pura gravedad, por el peso de estos sentimientos y estas ganas de estar juntos. Planetas con unos mares de sangre enamorada, sangre caudalosa, que fluye e influye todo nuestro cuerpo en esta aventura del amar. Luna y marea, seré para tí tu Luna y marea. Para que sigamos así mareados y embriagados de amor y pasión.

Hoy me paré en frente al espejo y te ví frente a mi. Este espejo es especial no me mostró una imagen de cuerpos físicos, me mostró tu ser interior. Ese ser con el que me identifico, ese ser maravilloso que se parece a mi. Y aún siendo tú y yo tan diferentes en muchos aspectos corporales y de carácter. Ese espejo me dejó ver mi corazon y tú corazón. Dos corazones grandes ruborizados los cuales laten al unisono está canción del amor. Tú, mi imagen, mi reflejo gracias por mostrarme tu ser interior.

Nuestra testigo es la luna, quién sabe y conoce lo que pasó esa noche​ aquella cuando nos encontramos y el fuego de tu aliento encendió el aire que respiro. Ella nos conoce y celebra ese encuentro en dónde el amor durmiente se despertó con tanta fuerza que las cadenas que nos separaron se rompieron y nos hicimos nuevamente uno. Un ser, un corazón, un latir, un suspiro. Ella testigo de este amor latente, de este amor a flor de piel, te recordará que te amo y te espero, hasta que desees regresar.

Aún en la distancia siento el calor que produce tu presencia dentro de mi ser. Me faltas sin faltarme, no eres vital, pero te siento así. Eres luz, una luz que irradia alegría y armonía llenándome la vida. Nuestros cuerpos llevan tiempo lejos, pero nuestros corazones siguen latiendo juntos. Cada día que pasa es un día menos para volverte a ver.

Oficialmente he entrado en modo irreversible, te AMO, y lo haré por el resto de mi vida, con o sin tu compañía. Ya no hay vuelta atrás, decidí ser feliz contigo, decidí apostar todo por ti, por la mujer que me demostró que tiene todo para ser mi pareja, mi confidente, mi esposa, mi vida. Quizá por algún motivo me quede amando solo en el camino, pero es un riesgo que asumiré, porque prefiero dos minutos de Sol, que toda una vida con luz artificial. No hay vuelta hacia atrás, es una decisión irreversible, de ahora en adelante te amaré, hasta que mi corazón deje de latir.

Tu amor es tan puro y ligero, que sin ataduras me hace flotar, me lleva a las nubes, me da una tranquilidad y confianza absoluta, que me puedo dormir aún en las alturas sin miedo al caer, por que sé muy bien que tu estarás ahí siempre para mí. Me he olvidado de todo amor terrenal, por que sin querer comparar tu amor en las nubes, me hace tanto bien, que no quiero nunca volver hacia atrás.

Este amor no tiene edad, contigo he regresado a ser un niño, un niño que le late fuerte y rápido el corazón cada vez que tengo el teléfono en mi oído y tengo la esperanza de que tu al otro lado me respondas. Que sensación tan placentera sentir los nervios de solo pensar tocar tu mano o besar tu mejilla. Soy nuevamente un niño, un niño que te ama, pero como niño me he olvidado del mal, y quiero si tu me permites amarte en esta forma, con amor de un niño, con un amor puro y sincero.

Tu amor es tan puro y radiante, que se siente a través de tu piel, de tus ojos, de tu sonrisa. El simple hecho de mirar tu fotografía, me llena de alegría, me llena de paz, me hace sentir completo. Que sera de mi, de mi cuerpo y mi corazón, si compartiera el día a día a tu lado, yo me temo un riesgo de explosión. Cuando me imagino estando a tu lado, sintiéndote cerca, mi corazón y mente enloquecen, se aceleran, y aunque lo intentara no podría contener esta explosión de sentimientos y alegría que brotan desde mi interior. Estas advertida, habrá un gran riesgo de explosión cuando te vuelva a ver, un explosión que nos hará felices a ti y a mi, y también a todos alrededor.

Un pedacito de tus labios, es lo único que pido, un pedacito pequeñito para guardarlo fácilmente cerca de mi corazón, un pedacito que me despierte en las mañanas con millones de besitos, pequeñitos, los que mas me gustan, los que me enamoran. Regalame un pedacito de tus labios para poderlos sentir aún en la distancia, para besarlos y recordar con cada beso el amor que cada uno de ellos me transmite, tus besitos, y tus labios son una prueba material de un amor inmenso.

Otro suspiro se me escapa, cuando veo lo que despiertas en mi cuerpo y tengo que reprimirlo por estar tan lejos, por no poderlo expresar correctamente. Algunas veces estos deseos se transforman en palabras, pero esta vez las palabras se quedaron cortas y un gran suspiro deja mi cuerpo tratando llevar hasta donde estés, este amor que mi cuerpo ya no puede contener.

Gracias por hacerme sentir este amor, tan verdadero y puro, que trasciende mi edad física, y me lleva al pasado y quizá al futuro. Este amor intemporal, me hace reír como un niño pequeño, me hace vibrar como un adolescente, me hace considerar una larga vida a tu lado de forma segura y estable como un adulto y quizá me haga sentir formas de otras edades avanzadas, aunque eso todavía no lo se, pero quiero que estés a mi lado hasta ese día miremos hacia atrás y recordemos todos los lindos momentos vividos. Gracias a ti, mi amor intemporal, por hacerme perder en el tiempo y hacerme flotar en un espacio de infinitas posibilidades.

Tan sólo se tu, dame tu amor a tu manera. No intentes nada que no sea originario de ti. Se tu misma, no quiero un reflejo, quiero lo que me des, como sea, lo que sea. No te límites con lo que te doy. Si me quieres dar más, menos o nada. Házlo, estaré tranquilo al saber que lo que me das, es tuyo. Sin máscaras, sin maquillaje, sin presunciones, sin limitaciones, sin comparaciones.

Aun con el pasar del tiempo, siento tu fragancia al despertar, al transpirar, al suspirar. Tu fragancia y la mía se han mucho tiempo atrás mezclado, en uno o varios actos de amor, la cuenta es confusa, ya que nuestro amor no se mide con actos, este es un continuo de amor que fluye de lado a lado. Lo que ha resultado en tu fragancia dentro de la mía. Te siento, suspiro y me inspiró nuevamente al sentirte, al sentir tu fragancia, tan fresca, tan cerca.

Que satisfecho estoy de tener el corazón repleto, cada rincón esta lleno de ti, lleno de tu amor. Es muy agradable sentirse tan completo, tan ligero, tan cómodo... Gracias por brindarme esta dicha, por brindarme un espacio en tu mundo, una caricia, una sonrisa, un abrazo. Satisfecho estoy, aunque no me quedare de brazos cruzados, te querré aún más de lo que tu me quieres, y te daré más de lo que he recibido. Tus caricias y detalles, se han platado en mi corazón y en él ha crecido un árbol sólido de amor.