Sorpresa platónica

Has sido desde mucho tiempo atrás mi amor platónico, un amor distante y etéreo, como estrella fugaz a nunca alcanzar. Pero por un milagro decidiste bajar a la tierra y elegirme para ser tu traductor y compañero. Mi amor platónico decidió amarme igualmente, mi ángel calló en mi manos sin interés en quererse separar. Mi amor platónico a pesar de la distancia abismal entre nuestros dos mundos hizo un puente que le ayude a construir y ahora mismo podemos sin problemas disfrutar de las bondades de los dos, del mundo real y del mundo mágico, en donde nos demostramos de maneras impensables nuestros sentimientos de amor. Gracias a ti mi amor platónico vivo cada día perdido en alegrías que no se cuantifican ni pies de aquí hasta Plutón.

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