Espacio Vins

Cuando se me cruza la palabra antojo, y estoy pensando en ti, ocurre en mí, una explosión de ideas, que van desde las más dulces, hasta las más locas y descabelladas... Se me antojan tus besos y tus abrazos, aunque no pido más que una hermosa sonrisa todos los días, no necesito tocarte aunque se me antoje, solo quiero sentir que estas bien, feliz y amándome. Se me antoja también, escaparme contigo a un lugar desconocido, donde nos olvidemos de nuestras preocupaciones y no nos encuentren las obligaciones. Aunque de todos los antojos que tengo, hay uno que aparece en las noches, y es el de tenerte desnuda en mi cama al menos en una de ellas.

Perfecto, en el sentido estricto de la palabra perfecto, no lo seré, imposible para mí, ser omnipresente, omnipotente y omnisciente, puesto que estoy limitado por un cuerpo mortal dentro de un punto del espacio-tiempo. Pero espero ser perfecto, en el sentido a la adecuación con tus expectativas. Quisiera darte todo lo que necesitas y te mereces, y hacerlo antes de que me lo pidas, demostrando así la increíble conexión que compartimos. Seré perfecto por que quiero que sientas y admitas que tienes a tu hombre perfecto de tu lado.

Tu amor es tan puro y ligero, que sin ataduras me hace flotar, me lleva a las nubes, me da una tranquilidad y confianza absoluta, que me puedo dormir aún en las alturas sin miedo al caer, por que sé muy bien que tu estarás ahí siempre para mí. Me he olvidado de todo amor terrenal, por que sin querer comparar tu amor en las nubes, me hace tanto bien, que no quiero nunca volver hacia atrás.

Este amor no tiene edad, contigo he regresado a ser un niño, un niño que le late fuerte y rápido el corazón cada vez que tengo el teléfono en mi oído y tengo la esperanza de que tu al otro lado me respondas. Que sensación tan placentera sentir los nervios de solo pensar tocar tu mano o besar tu mejilla. Soy nuevamente un niño, un niño que te ama, pero como niño me he olvidado del mal, y quiero si tu me permites amarte en esta forma, con amor de un niño, con un amor puro y sincero.

No se si lo que le haces a mi corazón es bueno o malo. Con cada uno de tus detalles haces que se me pare el corazón por un instante, y suspire por ti. Con tu besos y abrazos estos suspiros son más prolongados y profundos. Dicen que "lo que no te mata te hace más fuerte" y en este caso como sigo vivito y coleado diría que con cada micro infarto mi amor por ti se hace más y más fuerte.

Tu nombre y tu rostro me hacen pensar en una flor. Una delicada, cálida y llena de vida. Sonrojada por el rocío de las mañanas. Bella en todo momento, mirando al cielo, llena de sueño y deseos. Con los pies en la tierra aunque con un aire de volar plácidamente. Eres hermosa como la más hermosa flor. Déjame cuidarte con el cariño y cuidado que toda hermosa flor merece.

Te has tornado roja, con un rojo furia, un rojo pasión. Tu flor de otoño, dejate caer, dejate llevar por el vaivén del viento. No te preocupes estaré atento, te estaré esperando ansioso, por tenerte entre mis brazos, por sentir cerca, muy cerca a mi pecho y mi corazón. Confía en lo que te voy a dar, dejate caer, dejate llevar, que el viento te guiará y finalmente conmigo estarás.