Espacio Vins

Te quiero con alas, porque sé que es tenerlas, me gusta soñar y elevarme por los cielos. Te quiero libre, quiero que tal como yo vuelo, también lo hagas, se libre, abre tus alas. Te liberó al mundo descúbrelo a tu antojo, que si se te antoja un besito o un abrazo te los dare. Estaré cerca para apoyarte, pero lo suficientemente distante para que respires y veas las posibilidades de este mundo a tu alrededor. No esperes más en tu nido. Sal, vive, disfruta, conoce, diviértete. Me alegrará verte volar cada vez más alto, piérdete en el infinito. Ya llegará el momento de estar y ser...

Hoy te reencuentro, hoy me muestras nuevamente la puerta a un mundo nuevo. Un mundo en donde el corazón se siente grande. En dónde ese espacio en el pecho se inunda de un calor cálido. Que conforta en la más difícil de las situaciones. Recorramos juntos ese mundo nuevo de la mano. Como todo nuevo mundo tendrá sus peligros pero a tu lado, me siento confiado, me siento invencible.

Amor siento por vos, aunque lo único que me pertenezca sea este amor, mi amor. Porque​ tu de otro eres. Te amo con la libertad de un libertino, haz lo que quieras, que igual te querré. Te conozco y desconozco, pero con lo poco que conozco, te confío mi corazón porque así lo siento. Él se confía a ti y yo confío en su sabiduría. Amarte eso haré hasta que la libertad se me agoté y dejé de respirar.

Estoy bastante confundido, no sé si declararme Luna o marea. La atracción entre tú y yo es tan fuerte que se siente en el corazón palpitante, en las venas excitadas, en la sangre alborotada. Así de alborotada como la marea en Luna llena. Aunque al juzgar por tus ojos no soy solo yo el atraído. Somos cómo planetas gemelos que se atraen por pura gravedad, por el peso de estos sentimientos y estas ganas de estar juntos. Planetas con unos mares de sangre enamorada, sangre caudalosa, que fluye e influye todo nuestro cuerpo en esta aventura del amar. Luna y marea, seré para tí tu Luna y marea. Para que sigamos así mareados y embriagados de amor y pasión.

Eres como un huracán, cuendo te acercas todo se estremece, te acercas más y siento tu fuerza. Al mínimo contacto me elevas por los aires. Revoloteo sin rumbo, me meneas, me das vueltas, me enloqueces. Todo va tan rápido, tan inesperado, tan sorpresivo. Pero en un instante en el que me acerco más, siento tu respiración tan profunda cómo la mía, nos abrazamos y en ese abrazo entiendo que es estar en el ojo de un huracán. Todo es calma en ese centro, nuestro centro, aunque el resto este por los aires y sea incierto. No sé si yo también sea tu ojo de huracán, pero contigo he encontrado mi oasis en este mundo tan descomunal.

Se llenó de tal forma que se desborda. El vacío que existía en mi pecho desapareció en un instante. La plenitud que provoca tu presencia es tan única, tan encantadora que te pido te quedes por un rato más a mi lado, y esperes a que me duerma como nunca lo había hecho.

Ya no aguanto más esto que siento, es insoportable, voy a estallar, se me va a escapar, no lo puedo controlar. Se me derrama. Papel déjame usarte para plasmar esto que siento. Este sentimiento de deseo de amarla, de llenarla de besos, de tenerla entre mis brazos y con cada caricia decirle que la quiero. Que la quiero bien, que la quiero feliz. Gracias papel por permitirme liberar de a poco esta emoción de amarla.