Nuestra testigo

Nuestra testigo es la luna, quién sabe y conoce lo que pasó esa noche​ aquella cuando nos encontramos y el fuego de tu aliento encendió el aire que respiro. Ella nos conoce y celebra ese encuentro en dónde el amor durmiente se despertó con tanta fuerza que las cadenas que nos separaron se rompieron y nos hicimos nuevamente uno. Un ser, un corazón, un latir, un suspiro. Ella testigo de este amor latente, de este amor a flor de piel, te recordará que te amo y te espero, hasta que desees regresar.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Minúsculo

No me agradezcas

Sin máscaras