Un helado

Un helado y todo comenzó. Este juego, divertido, entretenido, que nos tiene atados y enamorados. Tu como cual niña no te dabas cuenta del helado por toda tu cara, mientras que yo me contenía las ganas de ir a probar ese helado en tu rostro sabor a vainilla con un poco de ti. Ese el helado fresco, que se derritia por tu cálido ser, y que me derritia las emociones y los sentidos, envolviéndome con fuerza en un embrujo sin control. Quiero nuevamente saborearte el alma, quiero helado en tu rostro y quiero también ese mismo helado en mis labios.

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