Amor astronómico

Si pudiéramos describir el amor desde la astronomía, tendríamos que hacer algunos cambios a la física del asunto. Una pareja que se ama, puede verse como dos planetas gemelos que giran alrededor de un centro común. Pero que desde el punto de vista de cada planeta, este se siente como una luna del otro, girando alrededor de su ser amado. El que no ama, lo ve al revés, se siente el centro de la relación y piensa que el resto gira alrededor de él. De esta forma, dependiendo del ego de este ser, se puede ver a sí mismo como un Júpiter, con múltiples lunas girando alrededor de él.

Estos dos planetas que se aman, se dan tanto cariño que más que planetas parecen soles que se acompañan y se brindan calor en los momentos más fríos. Es maravilloso tener un planeta gemelo, que te soporta, atrae, sigue, y está a tu lado, un planeta que te brindan calor, estos dos planetas cálidos desde la distancia parecen estrellas que brillan tanto gracias a la emisión de felicidad.

Es un amor tan fuerte el de estos dos planetas que ni la gravedad es capaz de vencer su mutua atracción.

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